Actualmente existen dos problemas en el uso de
baterías en dispositivos móviles: la duración de la carga y el número limitado
de ellas que se pueden hacer.
Algunas compañías publican el número de ciclos
de carga que las baterías utilizadas en sus productos pueden aguantar antes de
perder su capacidad de retener energía eléctrica.
Por ejemplo, en un iPhone 5, Apple dice que su
batería retiene el 80% de su capacidad de carga después de 400 ciclos. Entonces
una batería con más de 600 ciclos después de solo un año de uso, retiene poco
más del 60% de carga. Sin embargo, reemplazar las baterías de estos
dispositivos, cuesta entre el 10% y 15% hacerlo.
El problema es que las baterías siguen sin ser
recicladas, esto aumenta su costo hasta el cielo. En la universidad de Uppsala,
en Suecia, han estado trabajando en una forma de poder reciclar baterías de
litio. Normalmente, además de litio, las baterías contienen materiales como
metales y químicos que dificultan su reciclaje pues se requiere de sustancias
tóxicas y procesos elaborados para obtener de nuevo el elemento importante, el
litio.
Su abordaje al problema fue sustituir las
sustancias y partes no reciclables por alfalfa, resina de pino, agua y alcohol.
Los científicos que trabajan en el proyecto aseguran que se puede crear una
batería nueva con el litio recuperado. Lo mejor: la nueva batería sería capaz
de guardar hasta el 99% de energía comparada con su antecesora cuando era
nueva.
La ventaja para el consumidor sería que el
costo de los productos electrónicos que utilizan baterías de litio como fuente
de energía se reduciría enormemente. Las baterías utilizadas en los autos
eléctricos de hoy cuestan hasta diez mil dólares. El reducir el costo ayudaría
a que la tecnología alcance nuestros hogares más rápidamente.
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