No es necesario dar cargas iniciales de 8 horas. En muchas
tiendas de telefonía siguen recomendando que la primera carga del terminal sea
de unas 8 horas o más. Eso era cierto con las baterías antiguas. Con las
baterías de litio, eso es completamente innecesario. La primera vez que
carguemos el dispositivo (y las sucesivas), basta con desconectarle el cargador
cuando haya alcanzado el 100%, tanto si lo ha hecho en 30 minutos como en seis
horas.
No es necesario hacer ciclos de carga completos. No tenemos
por qué esperar a que la batería descienda hasta el 5% ni que esta alcance el
100% para conectar o desconectar el cargador. Es totalmente irrelevante.
Podemos conectarla, por ejemplo, con un 25% y desconectarla con un 70% y no
afectará a nuestra batería en absoluto.
Cuidado con las temperaturas. Las baterías son muy sensibles
a las temperaturas, por lo que es idóneo mantenerla siempre lo más próxima a
los valores de temperatura estipulados por el fabricante. En nuestro día a día,
rara vez saldremos de esos límites. Eso sí, debemos evitar prácticas como dejar
el móvil a plena luz del sol en verano (especialmente si vives en regiones
calurosas).
Calibra la batería cada varios meses. Con la carga y
descarga de la batería de forma sucesiva, la lectura del porcentaje restante
tiende a cometer pequeños errores. Eso se puede corregir fácilmente mediante la
calibración de batería, que, en la mayoría de casos, consiste en descargar por
completo la batería (hasta que el terminal se apague por completo) y conectar
el cargador durante varias horas con el dispositivo apagado (hasta que esté
cargado por completo). No obstante, en función del dispositivo pueden haber
pequeñas variaciones en este proceso.
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