Cuando fue
lanzado al mercado, el smartphone Galaxy S5 sorprendió a muchos al incorporar
un panel trasero que además de ser llamativo en su color, posee pequeños
agujeros que siguen un patrón fijo y nadie sabe bien por qué están allí. Pero
ahora, Samsung salió al paso de las dudas y aclaró oficialmente el objetivo de
su existencia.
Según la
compañía, los agujeros en la parte trasera "siguen un ritmo visual" y
"proveen placer a los dedos cuando el usuario toca el panel del
equipo", en poéticas palabras de la surcoreana que nos dicen muy poco. Sin
embargo, lo importante llega cuando informan que el material y su textura
entregan seguridad cuando se toma el dispositivo con las manos, a favor de
conseguir un agarre óptimo.
Como era
de esperarse, las razones detrás de los agujeros eran más que estéticos y se
enfocan también en lo funcional, permitiendo tomar mejor al Galaxy S5 que sus
antecesores con parte trasera lisa y plástica, lo que a veces provoca que el
teléfono resbale e incluso caiga al piso.
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