Recientemente, unos científicos que operan el Telescopio Espacial Kepler, descubrieron una misteriosa estrella entre las constelaciones de Cisne y Lira, la cual emite patrones de luz extraños.
Dicho astro, no es visible a simple vista y para observarlos debe hacerse desde el "casa planetas" Kepler, que ha seguido a la estrella desde hace más de cuatro años.
El telescopio buscaba pequeños fragmentos de luz emitidos por esta estrella. Entre más de 150,000 astros buscaron por pistas lumínicas ya que muchas veces los rastros que aparecían se tratan de sombras transmitidas por planetas en tránsito.
Los científicos recabaron datos de las estrellas que observó este telescopio, no obstante, era demasiada luz para que el equipo de investigadores pudiera procesarla con ayuda de algoritmos, de modo que necesitaban la ayuda de más ojos humanos y pidieron al programa Planet Hunters que examinaran estos patrones de luz emitidos por las estrellas.
El programa compuesto por científicos ciudadanos, notaron en el 2011 una estrella en particular, calificada como extraña.
Esta estrella emitía unos patrones de luz que se veían diferentes de cualquier otro objeto detectado por Kepler.
El astro en mención, es una estrella madura que tiene una serie de objetos flotando a su alrededor, que aparentemente son recientes. En un estudio publicado sobre esta estrella, explican los diferentes escenarios por los cuales se explica este patrón de luz, como defectos en los instrumentos, fragmentos de un cinturón de asteroides, o un impacto a escala planetaria como el de nuestra luna.
El astrónomo de la Universidad Estatal Penn, Jason Wright, publicará un estudio en el que ofrece una explicación alternativa a este patrón de estrellas. De acuerdo con su explicación, estos patrones de luz podrían ser consistentes con un enjambre de megaestructuras, quizás un colector estelar, con tecnología diseñada para obtener energía de una estrella.
El investigador y varios otros de su equipo han sugerido que ya somos capaces de detectar civilizaciones extraterrestres, por lo que en este caso “esto luce como algo construido por una civilización extraterrestre”, explicó Wright.
Los investigadores continuarán estudiando las ondas de luz para conocer más sobre este astro y entender qué está pasando con estos patrones singulares de luz.
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