Conoce los
mitos y realidades acerca de alargar la batería de tu smartphone, para que sepas qué sí y qué
no hacer con él.
Mito 1. Debes cargar el celular al menos 12 horas continuas
antes de usarlo, para que alcance su máxima duración.
Realidad 1. Esta práctica era necesaria con las baterías de
níquel, con la finalidad de evitar el “efecto memoria”, que consiste en una
pérdida de la capacidad de carga. Sin embargo, con las baterías de litio, este
efecto es mínimo; además, tienen la capacidad de detener la carga cuando están
llenas.
Mito 2. La batería debe estar completamente vacía para poder
cargarla nuevamente.
Realidad 2. Esta idea se relaciona con el “efecto memoria” y
también nos remonta a la época en que se usaban las pilas de níquel. En el caso
de las de litio sucede todo lo contrario, pues lo más recomendable es no dejar
que se descarguen del todo, sino cargarlas cuando aún tienen energía para
alargar su vida útil.
Mito 3. Es malo dejar conectado el celular durante más
tiempo del que necesita.
Realidad 3. Los dispositivos actuales tienen la capacidad de
detectar el momento en el que la carga de su batería está completa, y entonces
detienen el paso de energía, por lo que se evita el riesgo de sobrecarga.
Mito 4. Cuando vas a dejar de usar el celular por un tiempo,
lo mejor es guardar la batería descargada.
Realidad 4. La batería de litio no debe estar totalmente
descargada durante mucho tiempo, porque esto le ocasiona daños irreparables.
Por otro lado, si la guardas con la carga completa y dejas de usarla un largo
periodo, perderá alrededor del 20 por ciento de su capacidad. Entonces, hay que
elegir el punto medio: guardarla con una carga del 40 por ciento para que la
pérdida de su capacidad sea mínima.
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